Colaboladores|Links|Sobre|home


Revista Pandora Brasil - ISSN 2175-3318
Revista de humanidades e de criatividade filosófica e literária


Índice  Autores deste número  Próximo »



JUANA DE IBARBOUROU Y SU VOZ POÉTICA
FEMENINA DE LATINOAMÉRICA

Silvia Etel Gutiérrez Bottaro
Universidade Mackenzie


Mini currículo dos autores 


Un año después de los diversos homenajes que la poetisa uruguaya, Juana de Ibarbourou, ha recibido en Uruguay a causa del cumplimiento de los 30 años de su fallecimiento, los 90 de la publicación de su obra primera obra Lenguas de Diamante y los 80 de su consagración como Juana de América, nos proponemos, por medio de este artículo, rendirle también homenaje a esta gran representante del universo femenino latinoamericano en el mundo de la letras, poeta que a fines del siglo XIX se arriesga y aventura en ser escritora en una época en que el campo de la literatura estaba regido prácticamente solo por hombres.

UN POCO DE SU VIDA

Coincidencia o no, esta célebre poetisa nació un 8 de marzo de 1892, en la ciudad uruguaya de Melo, frontera con Brasil. Hija de españoles, fue bautizada con el nombre de Juana Fernández Morales. Empieza su labor literaria desde muy joven, inspirada e influenciada por la lectura de poetas franceses, especialmente de Anne de Noailles, así como los versos de Espronceda y de la poeta gallega Rosalía de Castro. En 1915, con tan solo 19 años, se casa con un Capitán del ejército, Lucas Ibarbourou. En esta época publica algunos de sus poemas en dos periódicos locales de su ciudad, con el seudónimo poético Jeanette D´ibar. Al poco tiempo, en 1917, tuvo su único hijo llamado Julio César Ibarbourou. Por motivos laborales de su esposo, pasó a residir en varias ciudades del Uruguay, hasta que en 1918 se radica definitivamente en la capital del país, Montevideo. Al año siguiente sale a luz su primera obra con un éxito total: Las lenguas de diamante. En los años siguientes publica dos obras más: El cántaro fresco (1920) y Raíz salvaje (1922). La publicación de estas tres obras le valieron el reconocimiento internacional y fue proclamada Juana de América en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (Montevideo – Uruguay), en agosto de 1929. Este acto contó con la presencia de grandes figuras del mundo literario, Alfonso Reyes (México), José Vargas Vilas (Colombia), Ventura García y José Santos Chocano (ambos de Perú) y el escritor uruguayo Juan Zorrilla de San Martín. Después de esta primera etapa gloriosa de su carrera, la poetisa pasó por sucesivas pérdidas familiares, primero fallece su papá (1932), luego su esposo Lucas (1942), y, por último su mamá, en 1949. La pérdida de estas personas queridas influenció muchísimo en su producción literaria, haciendo con que Juana se ausentara de la vida literaria por veinte años. En 1953 resurge con un tono más pesimista con la obra Perdida. En seguida recibe, en 1959, el Premio Nacional de literatura, por primera vez era otorgado en Uruguay. En sus últimos años, Juana de América se hace ver y sentir cada vez menos, hasta que fallece el 15 de julio de 1979.

SU OBRA POÉTICA

Con el apoyo y juicio crítico del uruguayo Vicente Salaberry (Director de una página literaria del diario La Razón de Montevideo), en 1919 publica su primer libro, Las lenguas de diamante, cuyo prólogo fue escrito por el novelista argentino Manuel Gálvez. De acuerdo con la crítica literaria, en esta primera etapa la autora se vale de instrumentos estéticos del modernismo y se vincula al vanguardismo, encuadrándose también en el movimiento de aproximación a la realidad que se estaba produciendo en la literatura latinoamericana. Juana de Ibarbourou, en Uruguay, al igual que Gabriela Mistral, en Chile, y Alfonsina Storni, en Argentina, son las tres poetisas que unidas en la historia de su tiempo exprimen la realidad, lo cotidiano a través de un lenguaje poético. En relación a este movimiento literario presente en la obra de estas tres poetisas, el escritor y profesor uruguayo Arbeleche (1980) señala lo que las une:

Las tres trasponen el umbral impuesto y se transforman en escritoras en contacto con el mundo. Todas son trasplantadas de su medio campesino al ámbito urbano y todas buscan y se forjan una nueva identidad: Gabriela Mistral desplaza a la original maestra rural que respondía al nombre de Lucila Godoy, Juana de Ibarbourou, nombre del marido, deja atrás a la joven de Melo llamada Juanita Fernández y Alfonsina, como madre soltera se apresta a dar batalla a todo un mundo, bajo su nuevo rostro de mujer de lucha y sin prejuicios.

La foto que presentamos abajo es la del célebre encuentro de las tres poetisas del sur, como eran llamadas en esa época. Según Arbeleche (1998), “estas tres poetisas mujeres unidas en la historia de la poesía hispanoamericana, sufrientes y heroicas, pagaron con su vida o su felicidad, la entrega a la Poesía”.


[Imagen extraída de: Carlos Martínez Moreno]

Gabriela Mistral (la primera a la derecha), Alfonsina Storni (en el medio) y Juana de Ibarbourou (a la izquierda).

En sus primeros poemas escritos en Las lenguas de diamante, el tema del amor es constante con una gran carga erótica, también evoca el paisaje del campo y de su ciudad natal, Melo, así como también el tema de la muerte. Según Sum Scott (2002:25), todos sus poemas están “articulados con abundantes metáforas y versos variados. Es el libro de una mujer que se sabe joven y hermosa y que expresa su placer abiertamente ante una naturaleza amiga.

Para Vitale (1968) el tema de la naturaleza aparece “como la esplendorosa escenografía… contra la cual el poeta vive su aventura amorosa.” De este modo, para Juana la naturaleza “no es una noción abstracta y estéril, en cuanto aislada de la relación humana, sino que está en sensualísima interacción.”

LA HORA

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora, que tengo la carne olorosa,
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora, que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera

Ahora, que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después...¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!

Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?

(De Las Lenguas de Diamante, 1919)

En 1920 surge su segundo libro, El cántaro fresco (escrito en prosa) y, en 1922 Raíz salvaje. Con estas dos obras la autora consolida su fama. En la primera, Juana nos presenta relatos breves en que dialoga con objetos y seres menores de la naturaleza, empleando siempre un lenguaje familiar y de fácil comprensión. En Raíz salvaje (1922) la poetisa vuelve a su poesía dando continuidad a la temática del amor y sensualidad; la vida hogareña y su comunión con la naturaleza continúan siendo evocadas con un lenguaje claro y sencillo. Según Vitale (1968), es con esta obra que Juana alcanza “plena conciencia de los elementos que singularizan su poesía”. Entre Las lenguas de diamante y Raíz salvaje prevalece “una unidad de intención y de tono”, afirma Vitale (1968). Para esta misma autora, en estas dos obras la poesía es “neorromántica, en la que priman, no la búsqueda de novedades expresivas, no la discusión de la forma, sino la confianza en los impulsos íntimos del creador, la expresión de una sensualidad sana, fuente no muy escondida de alegría y de tristeza”.

RAÍZ SALVAJE

Me ha quedado clavada en los ojos
la visión de ese carro de trigo
que cruzó rechinante y pesado
sembrando de espigas el recto camino.

¡No pretendas ahora que ría!
¡Tu no sabes en qué hondos recuerdos
estoy abstraída!
Desde el fondo del alma me sube
un sabor de pitanga a los labios.
Tiene aún mi epidermis morena
no sé que fragancias de trigo emparvado.
¡Ay, quisiera llevarte conmigo
a dormir una noche en el campo
y en tus brazos pasar hasta el día
bajo el techo alocado de un árbol!
Soy la misma muchacha salvaje
que hace años trajiste a tu lado.

(De Raíz Salvaje, 1922)

A partir de la publicación de la obra La rosa de los vientos (1930) su poesía se presentará más melancólica. Su temática deja de lado el naturalismo, el amor y sensualidad vital, pasando a evocar el transcurrir de la vida hacia la muerte. Según Vitale (1968), “los temas y lenguaje convierten este libro en un paréntesis de experimentación. La expresión impulsiva cede y da paso a un paseo de metáforas; una aceleración casi mecánica vuela por el libro, pero disminuye hacia el final, agotadas sus posibilidades”.

Las olas

Si todas las gaviotas de esta orilla
Quisieran unir sus alas,
Y formar el avión o la barca
Que pudiesen llevarme hasta otras playas...
Bajo la noche enigmática y espesa
Viajaríamos rasando las aguas.
Con un grito de triunfo y de arribo
Mis gaviotas saludarían el alba.
De pie sobre la tierra desconocida
Yo tendería al nuevo sol las manos
Como si fueran dos alas recién nacidas.
¡Dos alas con las que habría de ascender
Hasta una nueva vida!

(De La rosa de los vientos, 1930)

Después de 20 años sin publicar, resurge con una expresión poética más melancólica que nunca con su obra Perdida (1950), Elegía (1967) y La pasajera (1967). En estas últimas obras, según Arbeleche (1993:69), “el lenguaje se ha descarnado y simplifica, muchas veces hasta asimilarse a una sencilla confesión en prosa, musitada en voz baja, que muestra la permanencia de una alta voz poética, despejada del laberinto de su poesía y de su mito, que desvela su rostro de profunda verdad humana y sobrecogedor acento”.

ANGUSTIA

Hoy estoy triste, amor. Hoy tengo el alma
Gris y desmelenada.
¡Tierra propicia para toda pena!
¡Para todo placer tierra negada!
La rosa de mi cuerpo
Hoy es lirio beato.
Con triples vendas la ciñó la angustia
Y yo con triples velos la recato.
Hoy estoy triste, amor. Hoy no pretendo
Sentir mi risa.
¡Me endurece los labios
un agror de ceniza!

(De: Perdida)

De su obra en prosa debemos destacar, Los loores de Nuestra Señora (1934) y Estampas de la Biblia (1934), en las cuales la autora revela su fe cristiana; Chico Carlo (1944), integrada por diecisiete cuentos autobiográficos para niños y Los sueños de Natacha (1945) con cinco obras de teatro también para niños.

Para finalizar, resta decir que Juana de Ibarbourou, nuestra Juana de América, fue una poetisa con estilo y de un gran talento creador que contribuyó con el quehacer poético femenino evocando su universo personal y único. Estamos de acuerdo con Arbeleche (op.cit. p.68), para quien toda la obra de Juana “significa una fervorosa y sensual adhesión a la vida. Su amorosa mirada sobre las cosas las trasciende y humaniza poéticamente.”


OBRA DE JUANA DE IBARBOUROU

Las lenguas de diamante (poesía), Buenos Aires, Coop. Ed. Ltda., 1919 [2ª edición corregida y aumentada: Montevideo, M. García, 1923]

Poesías escogidas (poesía), Montevideo, 1920.

El cántaro fresco (prosa), Montevideo, M. García, 1920.

Raíz salvaje (poesía), Montevideo, M. García, 1922.

Loores para Nuestra Señora (prosa), Montevideo, A. Barreiro y Ramos, 1934.

Estampas de la Biblia (prosa), Montevideo, A. Barreiro y Ramos, 1934.

Chico Carlo (prosa), Montevideo, A. Barreiro y Ramos, 1944 [Otra edición: Chico Carlo y su rifle; Montevideo, Ceibo, 1942]

Los sueños de Natacha (teatro infantil), Montevideo, Independencia, 1945.

Obras completas (poesía y prosa), Madrid, Aguilar, 1953 [Reúne las obras anteriores a esta fecha en poesía y prosa, más “Dualismo” y “Mensajes del Escriba” -poesía- y, “Puck” y “Destino” -prosa-]

La pasajera (Diario de una isleña) (elegía), Buenos Aires, Losada, 1967.

Juana de Ibarbourou, los mejores poemas, Montevideo, Arca, 1968 [Con prólogo de Ángel Rama y selección de Jorge Arbeleche]

Antología de poemas y prosas, Montevideo, Ministerio de Educación y Cultura-Organización de Estados Americanos, 1980.

Montevideo en la literatura y en el arte, Nº6, Editorial Nuestra Tierra, Montevideo, 1971.




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ARBELECHE, J. Tres Mujeres Tristes. En: Boletín de la Academia Nacional de Letras Del Uruguay, No 3- Enero-Junio, Montevideo: 1998 Disponible en: htttp://www.mec.gub.uy/academiadeletras/boletines/03/Arbeleche.htm. Acceso en febrero de 2010.

ARBELECHE, J. et al. Mujeres. Las mejores poetas uruguayas del siglo XX. MEC-Instituto del Libro, Montevideo, 1993.

DICCIONARIO de la literatura uruguaya. Montevideo: Arca; Credisol, 1987. 2 tomos.

IBARBOUROU, Juana. Antología, poesía y prosa (1919-1971)/Jorge Arbeleche, Buenos Aires, Losada, 1972.

VITALE, I. Juana de Ibarbourou, Vida y obra. Capítulo Oriental N°20, Montevideo, CEDAL, 1968. Disponible en: http://letras- uruguay.espaciolatino.com/ibarbourou/juana.htm Acceso en febrero de 2010.

SCOTT R. Escritoras uruguayas: una antología crítica. Montevideo, Trilce, 2002.




Índice  Mini currículo dos autores  Próximo »

Colaboladores|Links|Sobre|home